Literatura universal


Literatura universal


Este blog se ha constituido para que sirva de herramienta complementaria en la optativa de Literatura Universal de 4º de la ESO del instituto Pablo Picasso de Pinto. Aquí los alumnos editarán sus trabajos de investigación y sus creaciones literarias, como otra forma de aprendizaje y de acercamiento a la estética literaria.

El Decamerón

El Decamerón
Un cuento del Decamerón (A Tale from Decameron) de John William Waterhouse) 1916

Los dos reyes y los dos laberintos

Cuentan los hombres dignos de fe (pero Alá sabe más) que en los primeros días hubo un rey de las islas de Babilonia que congregó a sus arquitectos y magos y les mandó a construir un laberinto tan perplejo y sutil que los varones más prudentes no se aventuraban a entrar, y los que entraban se perdían. Esa obra era un escándalo, porque la confusión y la maravilla son operaciones propias de Dios y no de los hombres. Con el andar del tiempo vino a su corte un rey de los árabes, y el rey de Babilonia (para hacer burla de la simplicidad de su huésped) lo hizo penetrar en el laberinto, donde vagó afrentado y confundido hasta la declinación de la tarde. Entonces imploró socorro divino y dio con la puerta. Sus labios no profirieron queja ninguna, pero le dijo al rey de Babilonia que él en Arabia tenía otro laberinto y que, si Dios era servido, se lo daría a conocer algún día. Luego regresó a Arabia, juntó sus capitanes y sus alcaides y estragó los reinos de Babilonia con tan venturosa fortuna que derribo sus castillos, rompió sus gentes e hizo cautivo al mismo rey. Lo amarró encima de un camello veloz y lo llevó al desierto. Cabalgaron tres días, y le dijo: "Oh, rey del tiempo y substancia y cifra del siglo!, en Babilonia me quisiste perder en un laberinto de bronce con muchas escaleras, puertas y muros; ahora el Poderoso ha tenido a bien que te muestre el mío, donde no hay escaleras que subir, ni puertas que forzar, ni fatigosas galerías que recorrer, ni muros que veden el paso." Luego le desató las ligaduras y lo abandonó en la mitad del desierto, donde murió de hambre y de sed. La gloria sea con aquel que no muere.

Jorge Luis Borges, El Aleph. Barcelona: Seix Barral, 1983, pp.137-138.

Queridos alumnos:

El texto literario que presentamos forma parte de la obra de uno de los escritores más significativos de la Literatura, pues dedicó toda su vida a los libros y por medio de ellos nos sumerge en un mundo fantástico e inabarcable como la vida misma. Tuvo la lejana visión de que existirían otro tipo de bibliotecas inmensas e infinitas tal y como aparecen en “La biblioteca de Babel”, cuyo parangón se puede encontrar en la actualidad en el mundo de la informática, cuyas posibilidades de conocimiento son también infinitas. Aunque debemos ser cautos a la hora de seleccionar la información y contrastarla.

También hemos elegido este texto porque desde su comienzo nos recuerda la forma de narrar de los cuentos tradicionales, “Cuentan los hombres dignos de fe…”, tan llenos de vida y de sabiduría por medio de los cuales llegamos al origen mismo de la Literatura oral. Por otro lado, nos encontramos con uno de los temas borgianos como es el del laberinto, que le sirvió tanto para describir el abismo significativo de la Literatura como el de la vida, siempre repleta de “senderos que se bifurcan”.

Para que este proyecto salga adelante esperamos contar con vuestros conocimientos aventajados y con vuestro interés.

sábado, 26 de marzo de 2011

VISITA AL MUSEO DEL PRADO PARA VER LOS CUADROS DE SANDRO BOTTICELLI

Estimados alumnos:

A continuación os presento una breve explicación de los tres cuadros de Sandro Botticelli expuestos en el Prado en los que se muestra la historia de amor desgraciado de Nastagio degli Onesti (narración octava del Decamerón).

Como recordaréis esta visita viene a completar los trabajos que habéis estado haciendo en Latín, Literatura Universal y Ciencias Sociales.

Breve explicación de los tres cuadros de Sandro Botticelli expuestos en el Museo del Prado


En la primera escena, Nastagio, rechazado por su dama, trata de consolar su pena yéndose con sus amigos a cazar a un bosque cerca de la ciudad de Rávena. Cuando se encuentran paseando por un pinar ve, de pronto, cómo una mujer desnuda es atacada por un perro y por un caballero a caballo. El caballero se abalanza sobre ella con la espada levantada y con gesto amenazador Nastagio intenta ayudar a la dama.
      Todas estas acciones están reflejadas en la pintura de forma circular, como circular es la historia que relata, sin separación de escenas.
Sin embargo, Botticelli, para que entendamos mejor lo que está pasando en la narración, coloca un pino para que pensemos que ha pasado el tiempo, y nos acerca un poquito a Nastagio mientras, por detrás , en un segundo plano,  vemos la persecución


      En la Escena II, y en el mismo lugar, pero de nuevo separado por los pinos para indicar otra fase de la narración, Nastagio contempla, horrorizado, el cuerpo de la mujer muerta, a la que el caballero perseguidor, que la ha asesinado, ha arrancado, además, el corazón y las entrañas y se las ha arroja a los perros.

      En la Escena III el caballero le cuenta a Nastagio su historia y cómo la persecución y muerte de la dama se repiten ininterrumpidamente a lo largo del tiempo, ya que ella no tiene sentimiento de arrepentimiento.
     Nastagio toma la decisión de contar la historia a su dama. Él, al principio, en la escena I, estaba muy apenado por el rechazo de la joven e invita a la familia de ella a un banquete para que con sus propios ojos contemplen la persecución y muerte de otra dama, que también había rechazado a su amado. Y allí, ante la familia de su prometida, y ante ella misma, vuelve a repetirse la persecución, caza y muerte de la mujer desnuda, cuyas vísceras son arrojadas a los perros.


      En este panel encontramos el escudo de los Médicis, ya que era costumbre que los retratos o los símbolos y emblemas de los comitentes, es decir, de los que han encargado la obra al artista, aparecieran en el cuadro sin importar la época en la que sucede la historia; aunque el momento en el que la misma se pinta sea diferente de lo representado, ya que eso demostraba la relevancia de los clientes, también llamados donantes.

       En el Museo del Prado se encuentran las tres primeras pinturas. La cuarta, que recoge el banquete de bodas final, se encuentra en una colección privada y nos muestra una celebración que tiene lugar debajo de unos arcos. Observamos que se   recoge el final feliz de esta dramática historia.

      Desde el punto de vista pictórico, podemos apreciar cómo Botticelli  utiliza la alternancia de colores, sobre todo el blanco y el rojo y los distintos verdes, para crear en el espectador la ilusión de que las figuras se están moviendo, es decir, que tanto la mujer desnuda, como el caballero corren desenfrenadamente.
Este efecto  de movimiento también se consigue cambiando la postura de las piernas de la mujer y del caballero y las patas de los animales: perro y caballo, así como con la alternancia de los árboles.

     En cuanto a la representación de la anatomía de los personajes podrás observar que se trata de figuras muy elegantes, alargadas, que se inspiran en los modelos clásicos (griegos y romanos), muy idealizados. 


Esta es la cuarta escena que no podrás ver en el Museo del Prado porque pertenece a un coleccionista particular y se  encuentra en el Palacio Pucci de Florencia.
En esta dirección podrás completar información, si lo deseas: